viernes, 28 de marzo de 2014

¿Por qué es más fácil interpretar a los niños?

La gente mayor es más difícil de interpretar que la más joven, y ello se debe a que su rostro tiene menos tono muscular.

La velocidad de algunos gestos y su evidencia se relaciona también con la edad del individuo.
Por ejemplo, cuando un niño de cinco años de edad cuenta una mentira es probable que de inmediato se tape la boca con una o ambas manos.




La acción de taparse la boca puede alertar a su progenitor de la mentira y este gesto de tapársela continuará seguramente a lo largo de su vida, variando normalmente sólo en términos de la velocidad con que se lleva a cabo. Cuando un adolescente miente, la mano se dirige a la boca de n modo similar a como lo hace el niño de cinco años, aunque el gesto evidente de toda la mano tapando la boca, queda sustituido por los dedos que acarician sus bordes.





El gesto original de taparse la boca se vuelve más rápido, si cabe, al llegar a la edad adulta. Cuando un adulto miente es como si su cerebro ordenara a su mano que se tapara la boca para intentar bloquear las palabras engañosas, igual que hacía el niño de cinco años, y el adolescentes-, pero, en el último momento, la mano se aleja de la cara y se obtiene, como resultado de ello, el gesto de tocarse la nariz. Se trata, simplemente, de la versión adulta de taparse la boca utilizada en la infancia.



Bill Clinton respondiendo preguntas sobre Monica Lewinsky frente al Tribunal Supremo



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