Está demostrado que la gente
no pone atención sobre lo que pasa a su alrededor. Para comprobarlo, hace
algunos años se hizo un experimento en Nueva York; en la entrada y al interior
de una tienda con mucha afluencia se colocaron carteles con la información y la
foto de una niña desaparecida.
Algunas personas se
detuvieron a mirarlo, mientras que otras sólo le echaron un vistazo, y hubo
quienes ni siquiera lo vieron. La niña estaba adentro de la tienda, con un hombre
de apariencia extraña, y aunque la mayoría de la gente no la vio, la que sí la
reconoció no intentó ayudarla, siendo sólo tres personas las que se comunicaron
con la policía.
El estudio comprobó que la
mayoría de la gente tiende a pasar por alto muchas de las cosas que la rodean.
Otro
experimento
En el Reino Unido se ha
llevado a cabo un experimento por parte de la NSPCC,
organización que vela y protege los intereses de los niños, con el propósito de
descubrir cuántas personas ayudarían a un niño perdido en un centro
comercial. Los responsables de esta investigación querían tener una ideal del
grado de solidaridad de los habitantes del Reino Unido, las cifras no dejan
lugar a dudas, la indiferencia aplasta brutalmente y muchas personas evitan
ayudar a los menores en esa situación.
En este trabajo, dos niñas
de cinco y siete años fingían haberse perdido en el centro comercial, una
cámara oculta registró todo lo que aconteció en este experimento social. Las
dos pequeñas se mostraban desesperadas, aferradas a su muñeco y deseando
encontrar a sus padres. La mayoría de las personas se mostraron indiferentes
ante el drama, en una hora en la que pasaron cientos de visitantes del centro,
tan sólo una persona mayor mostró interés y se preocupó por las pequeñas, el
resto (más de 600 personas) ignoraron por completo a las niñas. ¿Qué le ocurre
a la sociedad?, ¿cómo puede mostrar tanta indiferencia?
La madre de las niñas
estuvo presente en todo momento vigilando que todo el experimento se
desarrollara correctamente, se sorprendió mucho al ver como parejas, padres y
otras personas pasaban al lado de las niñas con una notable indiferencia,
incluso las evitaban apartándose de ellas. Nadie, salvo la persona mayor antes
mencionada, se preocupó por ellas para saber qué les había ocurrido y si
necesitaban ayuda.
El experimento se desarrolló
en el Centro Comercial Victoria Place de Londres, al lado de la estación de
ferrocarriles Victoria de la ciudad. Las pequeñas Maya y Uma realizaron una
gran representación, mostrándose perfectamente asustadas y vulnerables. A 25
metros se situaban las cámaras ocultas de vigilancia, decenas de personas
pasaban al lado de ellas como si fueran invisibles, incluso una madre con su
cochecito hizo maniobras para no cruzarse en el camino de las pequeñas. Un
grupo de mujeres cargadas con maletas también hizo maniobras para evitarlas,
parece que la tónica dominante era ignorar por completo el problema de las
niñas perdidas.
Ocurrió lo mismo con la niña
de siete años y con la niña de cinco años, esta última se puso de rodillas en
el suelo, se chupaba el dedo y su cara expresaba tristeza y temor, miraba a
quienes pasaban intentando llamar la atención de los transeúntes, pero era
invisible. Sólo una jubilada de setenta años de edad se preocupó, primero se
fijó en la niña y pasó de largo, pero rápidamente volvió sobre sus pasos para
averiguar qué le ocurría. El experimento ha sorprendido a quienes lo pusieron
en marcha, es realmente sorprendente que pasaran más de 600 personas y sólo una
se preocupara al ver a una niña sola y desvalida.
Se barajan varios motivos
por este comportamiento, que no se dieron cuenta de la situación, indiferencia
y falta de empatía, miedo… En este último caso se apunta que debe ser más
importante preocuparse por el bienestar de un niño que por ser etiquetado como
un desconocido que trata de captar la atención de unos niños, no se sabe con
qué fines. La organización considera muy importante hacer llegar un mensaje a
los adultos, tienen la responsabilidad de proteger a los niños y esta debe ser
una preocupación que prevalezca sobre otras muchas de carácter personal, como
por ejemplo el miedo a que sean considerados pedófilos.
Este hecho es inconcebible
en una sociedad civilizada, los investigadores creen que posiblemente muchas
personas se habrían parado a socorrer a los niños, pero existen muchos temores
que lo impiden, temores que pueden ayudar a que un pedófilo pueda llevarse
secuestrado a un niño pequeño aprovechándose de esa indiferencia, falta de
empatía y falta de solidaridad son las razones predominantes. Sería interesante
llevar a cabo un experimento similar en nuestro país, ¿serían los resultados
similares?, o por el contrario, ¿muchas más personas se preocuparían por la
situación de los niños?